En el centro de la provincia y encumbrada como su capital, se alza San Miguel de Tucumán, múltiple e histórica, esperando el arribo de miles de turistas. Los paisajes más variados y once microclimas circundantes, hacen de ésta una ciudad donde todas las preferencias encuentran su realización. Montañas, llanuras, montes, selvas, y hasta desiertos componen a San Miguel, un lugar dónde el turismo se desarrolla en todas y cada una de sus estaciones.
Reconocido como "El Jardín de la República", San Miguel de Tucumán actúa a modo de fusión entre el pasado y el presente. Aquí, la colonial urbe llana y baja, convive con un ágil crecimiento que moderniza a la ciudad, mientras ésta se empeña en atesorar rasgos de rica cultura en cada una de sus calles, plazas, casonas de antiguas líneas y museos.